Hace unos 57 años en 1963, en el Círculo de Periodistas de Mendoza nacía el Manifiesto del Nuevo Cancionero Cuyano.
Mendoza sede de una las expresiones políticas, sociales y culturales más importantes de Latinoamérica. Con Mercedes Sosa, Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus, Eduardo Aragón, Tito Francia entre otros artistas a la cabeza y con
la voluntad de expresar lo que eran los paradigmas de una época fundamental y de reconstrucciones sociales.
Quizá sea el momento para que nuestra provincia tome nuevamente la conducción de poder generar instancias de apertura, debates, desafíos urgentes y a largo plazo ante lo que ya está pasando en Mendoza: proyecciones internacionales de jóvenes bandas y artistas locales, reconocimientos en las plazas folclóricas más importantes de nuestro país, aumento de las producciones audiovisuales, espacios de autogestión y capacitación en industrias creativas, movimientos comunitarios de teatro, murgas barriales, talleres literarios a cargo de grandes poetas locales, orquestas infantiles en distintos departamentos, participación de la tercera edad en coros, ballets y demás situaciones que son imposibles intentar enumerar en una provincia en inmejorables condiciones de encontrar en la cultura una alternativa real en su constante preocupación de ampliar la matriz productiva y generar empleo.
Considerando los nuevos emergentes sociales, con perspectiva de género y respeto en la diversidad ante una realidad pluricultural, de reconocimiento a los pueblos originarios, respeto a los Derechos Humanos, abriendo espacios para las nuevas expresiones juveniles, quienes hoy mejor expresan los dolores y las alegrías más profundas de una sociedad injusta.
Rediscustir amplia y profundamente roles y responsabilidades del Estado en la generación de redes comunitarias, garantizando el acceso a la cultura como derecho, construyendo instancias para generación de conciencia social crítica ante el poder, facilitando pasos y superando la contradicción de escasez de recursos para acompañar a nuestros artistas y contrataciones millonarias para artistas internacionales.
A esto debemos exponernos quienes tenemos responsabilidades públicas, buscando estar a la altura de los verdaderos protagonistas de la cultura mendocina. Sin miedos y con la valentía de aquellos que hace más de cincuenta años, en esta compleja provincia, se atrevieron a soñar que “el arte, como la vida, debe estar en permanente transformación y por eso, busca integrar el cancionero popular al desarrollo creador del pueblo todo para acompañarlo en su destino”.
Tema del traidor y del héroe. (Un relato sobre relatos)
Cuando era chico solía escuchar aquella frase tan inquietante de la ética popular: hay que saber sostener con los hechos lo que uno dice con